lunes, 1 de julio de 2013

Rehuyen debatir candidatos por Juxtlahuaca



El País de las Nubes
Ramón John


La Cultura Política: Demagogia y en el pasado





En una reunión del Instituto Mixteco de Educación Superior (IMES) con autoridades municipales de Tezoatlán de Segura y Luna, una alumna representante de la población estudiantil, le increpó al gris presidente Jorge Ciprian Celis, por qué temía  que se conociera lo que en esa ocasión se trataba; claro no hubo respuesta a algo tan simple para unos, complejo para las pequeñas mentes. Este ejemplo evidencia el comportamiento de la gran mayoría de la clase política en la Mixteca que todavía no están preparados para proponer, debatir y confrontar a los que en un momento pueden llegar a ser sus gobernados, aún más, amoldados a un contexto donde la autocracia es una forma de vida y un patrón cultural para ellos, consideran que cuestionar su forma de gobierno es un atentado a sus sacrosantas decisiones que solo pueden ser cuestionadas por un ente divino.

La semana pasada (17 al 21 de junio) el equipo de colaboradores junto con nuestra directora de El Avisador, se dio a la tarea de proponer una mesa de debate para que los distintos aspirantes a la presidencia municipal de Santiago Juxtlahuaca expusieran sus programas de trabajo y sus agendas institucionales con el fin de que estos se conocieran con mayor precisión.

 Si bien se puede argumentar que era un tiempo corto dadas las agendas de trabajo, para estos tiempos asistir a una mesa de este tipo es más de voluntad política que de otros pretextos, es aquí donde se establecen los vínculos de comunicación con sectores de la población que no les llegan los mensajes como los preparan sus respectivos equipos de campaña.

 Las invitaciones corrieron para los siguientes candidatos: José Alfonso Feria Rodríguez, del Partido Unidad Popular (PUP); Virgilio Dagoberto Guzmán Feria; de la Coalición Compromiso por Oaxaca (PRI-PV); y Armando Alfonso Ramírez Arreola el Partido Movimiento Ciudadano. Ellos declinaron la invitación, no  así Víctor Leyva Acevedo de la Coalición por el Desarrollo (PRD, PT Y PAN).

 Es muy posible que los candidatos que rechazaron la propuesta del debate no estén acostumbrados a exponer con sus adversarios sus planes de trabajo, que no sea parte de su cultura tratar como iguales a quienes buscan conocer a fondo sus programas, que se sientan como una clase social ajena a la llamada sociedad civil; pero quienes nos hemos formado dentro de las reglas de la democracia con debates abiertos en defensa de nuestras ideas y planteamientos vemos con preocupación que nuestros políticos no están preparados para este tipo de confrontaciones que es tan común en los niveles de posgrado en educación superior bajo los severos cuestionamientos de compañeros y profesores.

 El rechazo a una mesa de debate implica que en términos de participación democrática esa clase política esté en condiciones de subdesarrollo político, que lejos de hacer honor al partido político propiamente dicho se comporten como un estamento, una casta que busca el beneficio de lo que ofrece, más no de las inquietudes de la sociedad, y de la población que –insistimos- puede ser la gobernada con todos los derechos de exigir y reclamar lo que se les prometió en campaña. Quizás debemos esperar mejores tiempos, de profesionales en política que acepten de forma natural exponer su ideario, sus propuestas, sus programas, y sus mejoras, ¿y porque no? Asumir como suyas las exigencias de la sociedad, queda pues un debate para la próxima.

 Y las felicitaciones a nuestra directora Juana García y de nuestro colega Jesús Russell por impulsar la idea y formalización del debate, tan necesario en la Mixteca cuyo oscurantismo político está en transición, en vías de modificarse por el bien de todos. ¿a que le temen? 

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