OPINIÓN
El País de las Nubes
El País de las Nubes
Ramón John
En su momento pocos diarios lo publicaron, y en ese mismo tono
la divulgación no paso de una semana en diferentes medios, y para las
televisoras oficialistas fue mejor aplicar “no se difunda, para que no exista”,
y nuevamente se vive en una simulación que pinta un país con tono de rosa donde
no pasa nada. Me refiero a la condonación de tres mil millones de pesos en
impuestos que el Sistema de Administración Tributaria (SAT) condonó a Televisa,
con ello el actual gobierno demostró una total sumisión a los designios de la
empresa mediática ¿Qué más puede pedir la televisora de Emilio Azcárraga padre
que alguna vez dijera públicamente que hacia televisión para jodidos? Según las
autoridades del SAT, la condonación se hizo a través del programa “Ponte al
corriente”, para que los deudores puedan acceder a la condonación total o
parcial de adeudos fiscales que fueron causados antes del primero de enero de
2007.
Es curioso que el discurso utilizado por los últimos gobiernos de corte
neoliberal siempre se andan quejando del paternalismo que se aplicó para la
población, pero estos gobiernos ya sean del PAN o del actual PRI, para nada
dicen del paternalismo que aplican al gran empresariado como Televisa, que con
sus millones de ingresos se convierte técnicamente en un evasor fiscal, no
fuera cualquier persona física porque ya hasta andan queriendo hacer reformas
para autorizar embargos a cuanta propiedad o algún bien pueda resarcir el
adeudo.
Aquí es obvio que no existe congruencia fiscal, pues si fuera de ese
modo, la millonaria condonación se aplicaría sin más advertencia de pague o
pague, cosa que padecemos los simples mortales que no tenemos televisoras. Ante
esto es el pago de las facturas por el apoyo al actual gobierno, más claro ni
el agua. Con el pretexto de que es un programa que se aplica a todos los
clientes, es incongruente porque no todos tienen esos millonarios ingresos, y
debería ser para el apoyo de las personas físicas y morales dentro de la micro,
pequeña, mediana industria y para ser canalizadas a la productividad del campo
mexicano. En cambio a los que estamos obligados a hacer públicas nuestras
declaraciones patrimoniales y de ingresos nos ponen fechas señaladas casi casi
como un ultimátum.
Por otra parte estimado lector de la Mixteca ¿se imagina
usted que haría con ese recurso económico? Claro, esto va desde escuelas hasta
centros de salud, pasando por construcción y equipamiento, mayor ampliación de
carreteras, servicio de agua potable, ampliación de energía eléctrica y
pavimentación de calles. En suma fue un total espaldarazo a otro tipo de
impunidad, el de la evasión fiscal camuflada de condonación. Este tipo de
privilegios y prerrogativas contrasta con las eternas declaraciones de funcionarios
en el sentido de que no hay recursos para las obras; no hay porque toleran y
permiten esa evasión de las grandes empresas, si se “destapó” este caso, habrá
que ver cuántos casos más se han ocultado a la opinión pública, cuantas
empresas que mediante el tráfico de influencias con la actual clase política
configurada en la partidocracia del “Pacto por México” prefieren el cobijo de
la evasión que contribuir al desarrollo de México. Y mientras que el
contribuyente siempre pague y aporte para que el mismo sistema proteja y arrope
a esas empresas, como siempre los que menos ganan pagan más, y como recurso de
ese despojo para el trabajador, todavía no conforme con el pago de sus
impuestos se le “convence” de que aporte de forma “voluntaria” “donaciones” para
un sinfín de fundaciones que bajo el perfil filantrópico son auspiciadas por
las grandes empresa como la misma Televisa que además de evadir impuestos, se
los condonan con campañas con el Teletón, claro, nunca falta un incauto.
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