domingo, 30 de septiembre de 2012

¿Y Juxtlahuaca, cuándo?



Las otras verdades/ Eduardo Cruz Silva
Hasta hace pocos días, sumaban ya casi 80 los Ayuntamientos de Oaxaca, que  habían incorporado sus páginas electrónicas al  Instituto Estatal de Acceso a la Información Pública de Oaxaca (IEAIP). En donde cualquier ciudadano u organismo podrá consultar información referente a la administración de cada municipio.
Esta acción es para dar cumplimiento a la Ley de Transparencia Estatal y Acceso a la Información Pública para el Estado de Oaxaca. La cual en su Artículo 9 señala: Con excepción de la información reservada y confidencial prevista en esta Ley, los sujetos obligados deberán poner a disposición del público, sin que medie solicitud alguna, así como difundir y actualizar dentro de los sesenta días naturales a que surja o sufra alguna modificación, en los términos del Reglamento Interno y los lineamientos que expida el Instituto.
También es obligación de los Ayuntamientos de acuerdo al Artículo 16  difundir los siguiente: I. Estadísticas e indicadores del desempeño de sus órganos de gobierno, dependencias y entidades paramunicipales; II. La Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos; III. El Plan de Desarrollo Municipal; IV. Los indicadores de calidad de los servicios públicos que presten los Ayuntamientos; V. Las resoluciones y acuerdos aprobados por los Ayuntamientos; VI. El calendario con las actividades culturales, deportivas y recreativas a realizar; VII. Las actas de sesiones de cabildo; VIII. La información que muestre el estado que guarda su situación patrimonial, incluyendo la relación de los bienes muebles e inmuebles, con los inventarios actualizados.
El apartado agrega otros incisos: IX. Sobre el ejercicio del presupuesto deberá publicarse la información sobre la ejecución de las aportaciones federales y estatales, pudiendo identificar el programa para el cual se destinaron y en su caso, el monto del gasto asignado por el propio Municipio; X. En el caso de la información sobre programas de subsidio, se deberá considerar toda aquella información sobre los programas sociales administrados por los Sistemas Municipales para el Desarrollo Integral de la Familia; XI. Todo lo concerniente a la prestación del servicio de agua potable, alcantarillado y saneamiento, tarifas y modalidades de contratación y pago; y XII. El marco normativo y regulatorio completo del Municipio.
Trascribimos lo que ordenan los artículos antes citados, en virtud que al consultar la página oficial nos percatamos que Ayuntamientos que apenas si disponen de recursos para hacer frente a las necesidades de sus pueblos, se han esmerado en cumplir con la nueva ley. En algunos casos, los portales de internet presentan un diseño profesional y  muestran información adicional, monografías, sitios turísticos, etcétera. Otros más, ofrecen páginas pobremente creadas pero que cumplen con los requisitos de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública para el Estado de Oaxaca.
En el caso de la Mixteca Oaxaqueña, apenas son 13 los Ayuntamientos que han cumplido con la obligación de transparentar el ejercicio de su gobierno entre los que se encuentran: Silacayoapan, Tlaxiaco Huajolotitlán, Caloxtepec, Asunción Cuyotepeji, Chazumba, Zapotitlán Palmas y Tamazulapam entre otros. Lo curioso es, que son municipalidades que en nada se comparan a los millonarios recursos que el Ayuntamiento de Juxtlahuaca recibe de participaciones Estatales y Federales. Sin embargo, han puesto a la vista de todos hasta el  minino gasto en su afán de transparentar el destino  de esos recursos.
En cada página electrónica podemos encontrar también, los ingresos que perciben los concejales de cada Ayuntamiento, que por cierto también, son totalmente austeros en comparación con los ingresos que hasta ahora se conoce de los integrantes del Ayuntamiento de Juxtlahuaca. Se puede entender que en muchos pueblos de la geografía oaxaqueña, el convertirse en autoridades municipales es parte del servicio que están obligados a prestar independientemente del color partidista que gana la elección.
Lo mismo ocurre, en el caso de los municipios que eligen a sus autoridades por el régimen de “Usos y Costumbres”. Las  dietas que se autorizan en estos municipios van acorde al ingreso promedio de la población. No es así el caso de municipios que tienen rango de ciudades, en donde podemos encontrar dietas de concejales que de acuerdo al tabulador nacional de profesiones, en muchos de los casos se supera al ingreso de un profesional con grado de doctorado, cuyos emolumentos mínimos son de 50 mil pesos.
De verdad ¿será tan extenuante y agotador el trabajo de los concejales de Ayuntamientos como el de Santiago Juxtlahuaca?, que perciben ingresos muy superiores en relación a otros municipios de la zona. Amén, de los gastos de representación y viáticos que generan cuando se trasladan a cualquier lugar por el motivo que sea, al menos el munícipe Miguel Mejía Sierra, lo hace con mucha frecuencia porque es casi imposible localizarlo en horarios de oficina, si existe algo de suerte se le puede encontrar lunes o viernes. Honestamente no lo creemos, más bien lo vemos como la oportunidad de sus vidas para alcanzar un mejor posición socioeconómica.
Es por ello, que ante la cantidad de recursos que maneja el Ayuntamiento de Juxtlahuaca y las jugosas dietas que se asignaron los concejales, se vale EXIGIR que cumplan con lo que señala la Ley de  Transparencia y Acceso a la Información Pública para el Estado de Oaxaca. No hay pretexto que valga. Es lo mínimo que pueden hacer para tratar de remendar la imagen que ya tienen de incompetentes.
Juxtlahuaca es uno de los municipios más importantes de la mixteca, sin embargo, su realidad e infraestructura urbana no ha cambiado en muchos años. El deterioro de sus calles es evidente, el comercio informal en aumento e invadiendo una buena parte del centro de la población, la violación a los derechos humanos de los integrantes de la etnia Triqui es pan de todos los días.
Lo mismo se puede decir de la inseguridad que sigue igual o peor que en otros años, las  disputas con las agencias municipales por la asignación de recursos no han variado. En fin, un rosario de problemas que pocos muy pocos saben si realmente se están atendiendo. La conducción de una administración municipal que no transparenta el uso de sus recursos es lo  que hasta ahora todo mundo  conoce. Y aun cuando la divulgación de ésta información es obligatoria, parece que en el caso de Juxtlahuaca es secreto de estado.


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