Los medios de comunicación han reiterado que vivimos una crisis educativa y también han tratado de desprestigiar a las universidades públicas, según informes del Instituto Nacional de Geografía e Informática (INEGI) hace once años los oaxaqueños nos encontrábamos en un índice de escolaridad de 4.5, esto muy por debajo de la media nacional que era de 6.5 y los pronósticos que tenían las autoridades educativas era que entre el año pasado y el actual se estaría avanzando de forma sustancial, esto está por verse.
Este tema ya lo han abordado diversos investigadores y analistas educativos, lo que pretendemos con este trabajo es hacer conciencia de la enorme tarea que tenemos todos, sin tratar de restar responsabilidad tanto de las instituciones y como del profesorado, que tienen la labor de sacar del atraso a nuestro estado, independientemente de las campañas que existen para desprestigiar la educación que imparten las instituciones públicas y poner como ejemplo a las privadas.
Alejados de estos intereses, tendremos que ver el problema desde otra perspectiva: Martín Velasco Cruz, niño que cursa el tercer grado de primaria, tiene que caminar cuarenta minutos para llegar a su centro educativo, lo que implica levantarse temprano para hacer otras actividades, llega la hora y medio almuerza, durante el día se ve cansado, con sueño, poniendo poca atención a las clases y no retiene lo que el profesor le explicó, si a esto le sumamos que en algunos casos los profesores improvisan su clase, aunque no en su generalidad, por lo que se requiere que el profesor obtenga un compromiso, porque ellos son los que forman los cimientos de la educación y en un futuro serán los pilares que apunten hacia el desarrollo.
La educación alternativa que ha planteado el sindicato debe reflejarse en la práctica, es bueno que se proponga avanzar en el aspecto educativo, dedicándose a la investigación desde una visión objetiva y compromiso social, esa debe ser también la tarea del sindicato, así romper el estigma que se ha creado de él.
Según reportes señalan que en el estado de Oaxaca, existen cuarenta y dos mil plazas de profesores que prestan sus servicios en el nivel básico, esta cifra sería importante sí todos tuvieran vocación de servicio y se cumpliera con el perfil que la educación requiere.
Padres de familia, maestros y autoridades educativas debemos conjuntar esfuerzos para sacar a nuestro estado de esas estadísticas, los profesores se tienen que actualizar con las herramientas tecnológicas adecuadas para el uso de la enseñanza educativa, además, deben adquirir el hábito de la lectura y, extender este ejemplo hacia los educandos.
El rostro del sindicalismo debe ser de compromiso y de responsabilidad para sacar del atraso educativo a los alumnos.
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