OPINIÓN
Las otras verdades
Eduardo Cruz
Silva
Tras las contienda electoral del
pasado 7 de Julio, se ofrece la
oportunidad de observar dos clases de derrotas que ojalá sirvan de reflexión a
la clase política oaxaqueña. La derrota honrosa que se sufre librando una
contienda limpia y en buena lid y la derrota vergonzosa de ser descalificados
de un triunfo por tramposos e incurrir en ilegalidades. Con la primera, puedes
salir a la calle con la frente en alto. Con la segunda, esconderte de las
miradas de repudio y burla.
En varios municipios mixtecos, los abanderados del Partido
Revolucionario Institucional (PRI) mordieron el polvo al ser derrotados en las
urnas. Son varios los factores que propiciaron los descalabros entre los que
se incluyen: el desaseo de su dirigencia
estatal en la selección de sus candidatos; escaso apoyo económico para las campañas; pugnas internas; integración de planillas con
intereses de grupo; pésima planeación de
campañas, etcétera.
Algo parecido ocurrió con las planillas de la coalición del PAN-PRD y
PT, sin embargo, estás últimas fueron empujadas por una inercia que a tres años
de la llegada de Gabino Cué Monteagudo, a la gubernatura de Oaxaca todavía
mantuvo un arrastre muy disminuido pero con suficiente fuerza para acaparar una
buena parte del pastel del congreso estatal y presidencias municipales.
La coalición del PRI y PVEM, enfrentó a su similar desprendidos del
control del gobernador en turno. En varios municipios y distritos se disputó
palmo a palmo cada voto, y aunque las campañas no calaron significativamente en
el ánimo de los electores por el elevado abstencionismo que se registró en la
mixteca, al final arrojaron resultados casi previsibles.
Presidencias municipales como Santiago Huajolotitlán fueron perdidas por
la coalición PAN-PRD y PT por apenas 38 votos de diferencia. Aquí es donde
podemos observar derrotas honrosas porque se enfrentaron a un personaje que
prácticamente compró su candidatura y logró un pírrico resultado pese a pagar
por cada voto a su favor.
En Mariscala de Juárez, el descalabro fue para el abanderado priísta
Jairo Hernández, quien obtuvo su nominación gracias a oscuros enjuagues con la
dirigencia estatal de su partido, al desbancar de fea manera a un candidato
natural. El error se pagó en las urnas y por vez primera el Partido Nueva
Alianza se llevo la ventaja y la presidencia municipal.
En la presidencia municipal y la diputación
local por Huajuapan el PRI volvió a salir derrotado, aquí volvemos a ver otra
derrota noble pues se enfrentaron dos
adversarios que usaron todos los recursos disponibles para salir airosos, aun cuando muchas veces
las buenas maneras y la moral política fue lo que menos les importó mostrar. El
objetivo era ganar a como diera lugar y lo consiguieron muy independientemente
de la pésimas estrategias de campaña de los candidatos de la coalición
“Compromiso por Oaxaca”.
Ahora bien, en el caso de las
derrotas vergonzosas se encuentran como ejemplo el caso de la diputación de
Juxtlahuaca, en el Programa de Resultados Electorales Preliminares de Oaxaca
(PREP) la misma noche del 7 de Julio se dio como ganador al priísta Arsenio
Mejía García, quien conformó un equipo supuestamente profesional en marketing
político e ingeniería electoral que no fue otra cosa que burdos mapaches
electorales.
Finalmente a la hora del computo distrital, el
ácido de la verdad salió a relucir y revirtieron el triunfo a favor de
coalicionista Roberto Basurto Caballero, dejando con la cola entre las patas al
grupo de brillantes asesores que alguien le recomendó a Mejía García, como si
fueran infalibles e invencibles. El pitorreo y burla todavía retumba en
Juxtlahuaca por esa estupidez.
Como cereza en el pastel, el Partido Unidad Popular que llevó como su
candidato a José Feria Rodríguez “Chepe Feria”, al cierre de la edición
aventajaba por 11 votos al candidato de la coalición “Unidos por el Desarrollo”
Víctor Leyva Acevedo, cuando en un principio el PREP lo reportaba como ganador
de la contienda. Aquí el estira y afloja puede continuar aun cuando se otorgue
la constancia de mayoría a “Chepe Feria” porque los de enfrente consideran que
no todos sus votos fueron obtenidos legalmente.
Es por eso, que hay de derrotas a derrotas, algunos llevaran por mucho
tiempo la etiqueta de tramposos y
chapuceros pero por desgracia los políticos son tan cínicos que se lavaran la
cara y en poco tiempo saldrán a la calle en busca de una nueva aventura.
Gallina que come huevo, ni aunque le quemen el pico cambia.
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