Huajuapan, Oax.- Sin poder comprender del todo, la manera en
que Axel Ariel percibe el mundo que le rodea, con escasos 5 años y una ceguera
congénita el infante lucha por acomodarse a su entorno y en ese transitar sin
conocer los colores y formas, ha encontrado en el modelado de barro y la
pintura un refugio y una manera de adaptarse a una vida normal.
Tras un peregrinar
por varios jardines de niños que lo rechazaron por ser ciego, Axel Ariel Marín
Ramírez, finalmente logró ser aceptado en colegio de educación prescolar,
General Antonio de León, en donde recibe una educación similar a la del resto
de sus compañeros, gracias al apoyo de la profesora Cinthya Alavés Ramírez, que
pertenece a la Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular (USAER).
El trabajo de Alavés
Ramírez, consiste en ayudar a Axel Ariel a integrarse plenamente al resto de
sus compañeros, con apoyo pedagógico, de lenguaje y ejercicios para introducir posteriormente
el aprendizaje del sistema Braille.
Con una
retino-plastia de bebé prematuro, para Axel Ariel representa un reto en su
corta vida poder ir entendiendo las formas y el significado de los colores,
Alavés Ramírez, explica que todos tenemos una referencia visual para
distinguir, formas, objetos y colores, en el caso de niños con ceguera
congénita eso es imposible, pero se agudizan extraordinariamente sus otros
sentidos como el tacto y el oído.
La profesora Alavés
Ramírez, añade que es muy común que
niños como Axel Ariel sufran el rechazo de otros niños y de instituciones
educativas por su condición “nosotros mismos segregamos” –dice-, y se debe
saber que todos tenemos derecho a llevar una vida normal y a recibir una
educación, eso es lo que se hace con Axel.
Se ha comprobado
–agrega- que los infantes que interactúan con niños que sufren algún tipo de
discapacidad, “se vuelven más sensibles”, pues aprenden a ofrecer un trato de
respeto y ayuda con aquellos que enfrentan desventajas como Axel.
Refiere que
circunstancialmente se invitó a Axel Ariel a participar en los talleres de
modelado de barro y pintura que se ofrece en la Casa de la Cultura de
Huajuapan, a cargo de la maestra y artista plástica Diana Hernández Roque,
quien con humilde paciencia ha enseñando a través del tacto de las manos de
Axel las formas de diferentes objetos que posteriormente son trasladados al
modelado de barro.
Ver con las manos
Su interacción con
otros niños –expone Hernández Roque- permite sensibilizar y concientizar quienes no tienen el impedimento de la vista
y al mismo tiempo se le ofrece a Axel Ariel, la oportunidad de ser tratado como
un niño normal, cualquier rechazo en apoyarlo se debe tomar como
discriminación, “nosotros no lo tomamos así, al contrario nos motiva y
fortalece su creatividad”.
Agrega, que para ella ha sido maravilloso intentar percibir
la realidad que nos rodea de la manera en que Axel lo hace, el agudizar los
sentidos para intentar acercarse a la manera en que Axel interpreta los colores
y formas cuando se le explica como es y para que sirve cada objeto que toca.
La presencia de Axel
Ariel, en el taller de modelado de barro y pintura –concluye- nos ha permitido también en ayudar a otro
menor de los que se consideran niños problemas, por el cúmulo de conflictos
emocionales que arrastran y que se
traduce en rebeldía y desobediencia. Y sin mencionar el nombre del infante
asegura que su comportamiento ha mejorado sensiblemente por su convivencia con
Axel.
Mientras tanto Axel
sigue acudiendo a los talleres ordinarios de la Casa de la Cultura tres veces
por semana, apoyado por su madre Janet Ramírez Victoria, quien expone que por
los cuidados que requiere su hijo para integrarse plenamente a la sociedad a
pesar de su falta de visión, tuvo que dejar de trabajar.
Su padre José Luis
Marín Campos, es empleado de una mueblería que trabaja arduamente para mantener
a su familia y tratar de reunir fondos para conseguir un aparato auditivo que
también requiere su hijo Axel. Pese a todo eso, el matrimonio Marín Ramírez, no
desfallece en su intento y al igual que las maestras Alavés Ramírez y Hernández
Roque tratan de ofrecerle a Axel la oportunidad de llevar una vida normal.
Por su parte Axel,
quién en el desarrollo de las entrevistas evidenció diferentes estados de animo
se retira por un momento de las manos de su maestra, se acerca a la ventana de
sus salón de clases inclina la cabeza para escuchar mejor a la banda de música que hace sus ensayos en el
interior de la Casa de la Cultura, escucha el jarabe mixteco y alegremente se
pone a bailar tomando las manos de su maestra Diana. Ese es su mundo.
Texto y
Fotografía: Eduardo Cruz Silva
Triste pero tambien hermosa historia la de Axel, ojala y las personas lo sigan apoyando para que el siga desarrolando sus sentidos y sus capacidades. Animo pequeño guerrero.
ResponderBorrarsomos la diferencia de lo social en lo humano... por que de uno depende los limites q nos ponemos... abrir los ojos como Axel Ariel es la mirada de caminos firmes!!!! gracias por la nota m querido Ed Cruz.
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