OPINIÓN
El País de las Nubes
Ramón John
En cierta ocasión, señalamos que
la reforma energética de Enrique Peña Nieto es solo el seguimiento de apertura
en el sector energético (subsector petrolero y subsector eléctrico) de los años
noventa, para crear un mercado donde las empresas transnacionales participen
para obtener sus máximos beneficios, perdón, para aportar su desarrollo al país
en cuanto a producción, generación y distribución de energéticos; las pequeñas
empresas, generalmente mexicanas se avocarían a la instalación y mantenimiento
de la infraestructura, en un marco de “igualdad”, mientras que las
transnacionales al gran negocio de la explotación. Las supuestas bondades tan
sustancialmente promocionadas, serán pocas pues se dice que en cinco años se
verán resultados, un sexenio más para nuevamente finiquitar la intervención
estatal ya que el argumento será simple: se requiere un total abandono estatal.
No es difícil calcular el retraso si los comparamos con la apertura que se
realizó en el sector comunicaciones en diciembre de 1987, por supuesto que nos
referimos a Telmex, sector que hemos criticado pues su apertura solo ha
provocado que en el país existan consumidores de primer y segundo nivel,
aquellos que se encuentran ubicados en las ciudades y los centros urbanos más
grandes con la ventaja de tener la calidad de los servicios en telefonía fija,
celular internet y televisión por cable, mientras que las poblaciones más
pequeñas se tienen que conformar con señal de baja calidad sin más servicios
que los costosos sistemas de prepago, sin telefonía fija ni acceso a internet,
todo un sueño.
La falta de inversión sobre todo en las zonas rurales y
comunidades pequeñas obedece a un desprecio por un desarrollo a lo largo y
ancho del territorio nacional, y el mejor ejemplo lo tenemos con la telefonía
celular y el uso de internet, que pese a las cuentas alegres de cifras que dan
a conocer el incremento del número de usuarios, con 45.1 millones de
internautas en 2012, no deja de ser engañoso ya que se pueden concentrar en
ciudades y municipios con mayor infraestructura y servicios, mientras que el
resto de la población en vive en el oscurantismo de la era digital.
Se habla y
se menciona competitividad hasta el cansancio, pero existe todavía un largo
trecho para que se haga realidad en cuanto a servicios y atención a clientes
¿Cuál es la mejor empresa en telefonía fija y celular? Las opiniones serán
dividas aunque ninguna es considerada como la “mejor”, las inconformidades de
usuarios son incontables, tan solo en el primer trimestre del año pasado la
Procuraduría Federal del Consumidor emitió una lista de las 20 empresas a nivel
nacional con más quejas, de este listado se encuentra en segundo lugar Telcel
con mil 178 quejas, en tercer lugar Nextel con 113 quejas, Iusacell con 855,
Telmex 621 quejas, Movistar con 328 y Axtel con 189 quejas.
Esa va a ser la
competitividad que nos van a imponer, que el usuario se ajuste a lo que las
empresas le otorguen, no por el bien común ni el desarrollo del país, sino por
beneficio del libre mercado, ni pensar en la sociedad.
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