OPINIÓN
El País de las Nubes
Ramón John
En la entrega anterior hicimos un
severo cuestionamiento sobre los “beneficios” recibidos cuando ciertos sectores
en la economía se abren a la inversión privada, las llamadas privatizaciones no
han aportado los impulsos necesarios para crear las condiciones de desarrollo
que el país requiere, y planteamos que en sector energético quedaban muchas
dudas al respecto, pues comparado al sector telecomunicaciones el servicio
dejaba mucho que desear, y un día después que publicamos esta columna en este
su portal del Avisador, el diario Milenio público una nota por demás
interesante que deja ver la incapacidad tanto de la empresa privada Telmex como
la falta de un programa adecuado para dotar de servicios en telecomunicaciones
a las comunidades más pequeñas (http://www.milenio.com/negocios/Telmex-divide-Hernandez-Juarez_0_232176798.html).
En la publicación de Milenio,
establece que el Consejo de Administración de Telmex y el Gobierno Federal
plantean dividir la empresa, así como la devolución al gobierno a aquellos
usuarios que cuentan por lo menos con 500 habitantes, entre dos y tres millones
de clientes, aunque pueden ser más ya que Telmex le interesa los clientes de
banda ancha que dejan el 70% de los ingresos. En este sentido es claro que
Telmex no le interesan las pequeñas comunidades, en nuestra región Mixteca
existen cientos que carecen del servicio de telefonía fija cuando se les deja
la única opción de la telefonía celular casera, de pésima calidad, baja
cobertura y a un costo elevado.
Existe otra referencia que refuerza la absurda
posición de Telmex con las comunidades, la Suprema Corte de
Justicia de la Nación (SCJN) tiene el caso de una comunidad indígena en la que
dicha empresa se niega a instalarles telefonía fija.
Otro dato más y no es en
cualquier comunidad, en Huajuapan de León una de las principales ciudades de la
Mixteca y de Oaxaca, conseguir un línea telefónica es mucho más que tener buena
suerte, solicitarla para su uso en casa-habitación requiere además de contar
con los astros a su favor, soportar a quien recibe la petición pues su actitud
deja mucho que desear, como si fuera una petición o gracia divina, después de
sortear este obstáculo, hay que esperar si existe una línea disponible para la
zona centro que es la más urbanizada ya que para las colonias aledañas el
requisito es casi una negación absoluta. Para cualquier colonia se requiere de
más de cien firmas, contar con dos mil usuarios, esperar dos años para que
proceda, colocar postes y aceptar las condiciones de Telmex.
Esta condición no
es nueva, ya en las primeras décadas el siglo pasado las empresas eléctricas
solo atendían a las grandes ciudades, empresas y centros urbanos, ya que son
los principales clientes que les dejan sus mayores ganancias, esta lógica
prevalece hoy en día en el sector telecomunicaciones por más que los gobiernos
neoliberales pregonen que la privatización es el mejor mecanismo de desarrollo,
mientras no se dote de telefonía fija con beneficio de banda ancha e incluso
televisión con mayor programación, no se podrá hablar de que el acceso a
internet es universal, miles de estudiantes principalmente de los niveles de
primaria, secundaria y bachillerato se verían beneficiados, sin embargo falta
un largo camino por recorrer, se piensa que las comunidades no pueden pagar sus
servicios básicos, en grave error de apreciación.