EDITORIAL
De acuerdo con la página
electrónica de la Enciclopedia Católica
diseñada para dar información autorizada sobre los intereses, acciones y
doctrina católicos. En relación a la vida y obra de San Francisco de Sales, Obispo, patrono de
los periodistas (1567-1622) y se festeja según el calendario litúrgico cada 24
de Enero.
Francisco de Sales falleció en
Lyón, el 28 de Diciembre de 1622, agotado más por el trabajo que por los años
vividos. Fue proclamado "Bienaventurado" cuarenta años después y
"Canonizado" en 1665. En 1887,
el Papa León XIII lo proclamó Doctor de la Iglesia y, en 1923, Pío XI le confió
el encargo - pesado, ciertamente, más tan apropiado a un santo como el, con su
paciencia comprobada, su prudencia y sabiduría, como “Patrono de los
periodistas”.
La encíclica "Rerum
Omniun", el documento solemne por el cual, el día 24 de Enero de 1923, Pío
XI proclamó a San Francisco de Sales como Patrono de los periodistas,
Dice a la letra: “Desde que los
heréticos simulaban no escucharle sus predicaciones, Francisco de Sales decidió
refutarles los errores a través de hojas sueltas, redactadas entre dos
predicaciones y distribuidas como circulares a ser copiadas que - pasando de
mano en mano- acababan apareciendo entre los hermanos separados."
San Francisco de Sales, por lo
tanto, fue periodista en el sentido más elevado del término: periodista
maestro, periodista que pone su pluma al servicio de una idea para formar o
transformar la opinión pública, desviada por graves errores. Contrario a las
costumbres de su tiempo, San Francisco de Sales no era "el hombre del
libro", expresión esa que comporta una idea de genio, de cultura o de
vanidad literaria.
Él no pierde el tiempo en aplicar
teorías estéticas de una época. Era el hombre de acción, que usa la pluma como
un poderoso medio de apostolado. Para él, escribir era una parte importante de
su apostolado: él pasaba, sin vacilar, de la predicación a la carta de polémica
teológica, del libro a la "nota" de la dirección espiritual, pues
comprendía que necesitaba dirigirse a cada alma, según las exigencias de cada
una..
Esas son las razones que,
acertadamente, hacen de San Francisco de Sales el Patrono de los periodistas.
Junto a él, se puede aprender todo: amor a la profesión, honestidad en el
ejercicio de la misma, vivacidad de estilo y claridad de pensamiento, ardor en
la defensa de la verdad y corrección en la polémica. Sin duda, un invaluable ejemplo de vida para los que
ejercemos el oficio del periodismo, aun para aquellos que no profesan la
doctrina católica. EDITORIAL
San Francisco de Sales, “patrono
de los periodistas”.
De acuerdo con la página
electrónica de la Enciclopedia Católica
diseñada para dar información autorizada sobre los intereses, acciones y
doctrina católicos. En relación a la vida y obra de San Francisco de Sales, Obispo, patrono de
los periodistas (1567-1622) y se festeja según el calendario litúrgico cada 24
de Enero.
Francisco de Sales falleció en
Lyón, el 28 de Diciembre de 1622, agotado más por el trabajo que por los años
vividos. Fue proclamado "Bienaventurado" cuarenta años después y
"Canonizado" en 1665. En 1887,
el Papa León XIII lo proclamó Doctor de la Iglesia y, en 1923, Pío XI le confió
el encargo - pesado, ciertamente, más tan apropiado a un santo como el, con su
paciencia comprobada, su prudencia y sabiduría, como “Patrono de los
periodistas”.
La encíclica "Rerum
Omniun", el documento solemne por el cual, el día 24 de Enero de 1923, Pío
XI proclamó a San Francisco de Sales como Patrono de los periodistas,
Dice a la letra: “Desde que los
heréticos simulaban no escucharle sus predicaciones, Francisco de Sales decidió
refutarles los errores a través de hojas sueltas, redactadas entre dos
predicaciones y distribuidas como circulares a ser copiadas que - pasando de
mano en mano- acababan apareciendo entre los hermanos separados."
San Francisco de Sales, por lo
tanto, fue periodista en el sentido más elevado del término: periodista
maestro, periodista que pone su pluma al servicio de una idea para formar o
transformar la opinión pública, desviada por graves errores. Contrario a las
costumbres de su tiempo, San Francisco de Sales no era "el hombre del
libro", expresión esa que comporta una idea de genio, de cultura o de
vanidad literaria.
Él no pierde el tiempo en aplicar
teorías estéticas de una época. Era el hombre de acción, que usa la pluma como
un poderoso medio de apostolado. Para él, escribir era una parte importante de
su apostolado: él pasaba, sin vacilar, de la predicación a la carta de polémica
teológica, del libro a la "nota" de la dirección espiritual, pues
comprendía que necesitaba dirigirse a cada alma, según las exigencias de cada
una..
Esas son las razones que,
acertadamente, hacen de San Francisco de Sales el Patrono de los periodistas.
Junto a él, se puede aprender todo: amor a la profesión, honestidad en el
ejercicio de la misma, vivacidad de estilo y claridad de pensamiento, ardor en
la defensa de la verdad y corrección en la polémica. Sin duda, un invaluable ejemplo de vida para los que
ejercemos el oficio del periodismo, aun para aquellos que no profesan la
doctrina católica.
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