**La cruzada contra el hambre
incluye 133 municipios de Oaxaca
Por. Eduardo Cruz Silva
Huajuapan, Oax.-Mientras entra en
operación el decreto por el que se establece el sistema nacional para la
cruzada contra el hambre, en cuya primera
etapa se aplicará en cuatrocientos
municipios seleccionados con
base en la incidencia de pobreza extrema, habitantes
de comunidades como San Simón Zahutlán en la mixteca Oaxaqueña, padecen el
agobio de la falta de agua y de alimentos.
Ventura López Basilio, en jefe de
familia de la comunidad de Rancho Nuevo, perteneciente al municipio de San
Simón Zahutlán, narra sus peripecias para dar de comer a una familia conformada
por 30 personas. Tortillas, sal y café es la dieta diaria de esta familia, que
tampoco cuenta con agua potable y para refaccionarse del vital líquido tienen
que caminar de dos a tres kilómetros para surtirse de pequeños escurrimientos
insalubres.
Dispersos entre los cerros casi
un centenar de familias ofrecen el mismo panorama, casas elaboradas con lajas
de piedra que se incrustan entre varas para conformar las paredes, techos de
laminas de cartón y otros materiales
improvisados, tierras de cultivo con nula producción agrícola algunos animales
de corral que también ofrecen a simple vista una desnutrición avanzada.
López Basilio, se muestra
inconforme porque las autoridades de Zahuatlán, solamente han atendido las
necesidades de los vecinos que habitan la cabecera municipal, de lengua
mixteca, habla un español entrecortado pero logra expresar con claridad que no
recibe ningún tipo de apoyo del municipio o del gobierno federal y estatal, “no
recibimos nada, ni comida, ni dinero ni nada”.
Ventura junto con su hermano
Carlos de los mismos apellidos, forman
parte de una banda musical que de acuerdo a su decir, cuando mucho le ofrece
400 o 500 pesos al mes cuando tienen trabajo y lo traduce en los 4 o 5 bultos
de maíz que tienen que comprar mensualmente para alimentar a su familia.
Tres chozas y una cocina al ras
de piso, son las pertenencias de esta familia conformada por una docena de
niños, una anciana y cuatro esposas de diferentes hermanos y tres varones que
han asumido el papel de jefes de familia.
En este lugar el tiempo parece no
transcurrir, ocho perros se resguardan del sol que cae a plomo en lo alto de
estos cerros, tres burros son los encargados de transportar el agua de
“pequeños pozos” que no son otra cosa que encharcamientos que se forman en
temporadas de lluvia y que a simple vista se observa contaminada.
Sin acceso a los servicios de
salud, tienen que trasladarse a la ciudad de Huajuapan o a la clínica del IMSS
de Zahutlán cuando requieren atención médica, erogando un promedio de 120 pesos
de consulta y medicamentos, cuando los ingresos de la familia de Ventura y
Carlos apenas llega a un promedio de 20
pesos diarios.
En este contexto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos
ha sostenido que el derecho a la alimentación es indispensable para asegurar el
acceso a una vida digna y para ello, no solo se debe atender a la entrega de
alimentos, sino que es necesario valorar su accesibilidad, disponibilidad y
sostenibilidad, con objeto de determinar si cumple los requerimientos básicos.
Es por ello que el titular del
ejecutivo federal anuncio en días pasados una Cruzada contra el Hambre que
señala entre otros objetivos: Que con base en los estudios y diagnósticos
elaborados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo
Social, la población objetivo de los programas de desarrollo social para abatir
y erradicar el hambre se conforma por aquellas
personas que se
encuentran en situación
de pobreza extrema
y presentan carencias de
acceso a la
alimentación.
Que uno de los objetivos
fundamentales de cualquier gobierno es garantizar el acceso al derecho
universal de la alimentación y, por ello, es preciso que los recursos del
Estado lleguen de manera directa y sin condicionante alguna a la población que
más los necesita y sean ejercidos con base en reglas de operación y
transparencia que permitan su evaluación y la rendición de cuentas.
Que es el firme propósito del Gobierno de la
República dar resultados en el corto plazo
para garantizar a
la población el
derecho a una
alimentación nutritiva, suficiente
y de calidad, a través de acciones coordinadas, eficaces, eficientes y transparentes
con un alto contenido de participación social;
“nuestra prioridad es que ningún mexicano padezca hambre” refiere el
documento del decreto.
Tal vez, en otro momento se podrá evaluar los
alcances de la cruzada contra el hambre en los municipios de Oaxaca donde se
aplicará, por ahora persiste una
realidad de miseria y sobrevivencia
que muchas comunidades mixtecas. Una
realidad que en pleno siglo XXI lastima y ofende.