martes, 11 de febrero de 2014

¿Una estadística más?



OPINIÓN
 
El País de las Nubes
Lizet Ramos & Ramón John


Es ya muy difundido el hecho de que en nuestro país el ejercicio periodístico sea considerado como una profesión de alto riesgo, es tal grado la situación que se compara con países en guerra como Afganistán e Irak, sin que hasta el momento se logre un cambio sustancialpara modificar el clima de seguridad para los colegas periodistas con fin de ofrecer garantías para su integridad, no importa si los agresores son parte del gobierno o de grupos delictivos, lo cierto es que ser periodista en México es vivir con riesgos latentes. El domingo nueve de este mes, periodistas del estado de Guerrero marcharon en favor de la paz, ya que ese estado se caracteriza por ser una de las entidades más peligrosas para practicar la actividad informativa. Y una vez más en Veracruz, es asesinado otro colega periodista, victima que se suma al caso de Regina Martínez, ahora se trata de Gregorio Jiménez de la Cruz, mejor conocido como Goyo, perteneciente a la fuente policiaca de Notisur y Liberal del Sur. Su cuerpo se encontró en una casa de seguridad en el municipio de Las Choapas este martes once por la mañana, de lo que se ha difundido se sabe que a través de un operativo cuatro individuos están detenidos, quienes confesaron que fueron contratados por “… una vecina identificada como Teresa de Jesús Hernández Cruz, considerada la autora intelectual del crimen y quien también fue capturada.” El ahora occiso fue secuestrado el miércoles cinco, siendo hasta hoy localizado su cadáver, mientras que durante estos días en las redes sociales se realizó una intensa actividad con la etiqueta cibernética  #HastaQueAparezcaGoyo reproducido también en distintos países. Cabe recordar aquí en este mismo mes pero del 2012, también en Veracruz, las oficinas del diario El Buen Tono, fueron atacadas por un grupo armado destruyendo parte del equipo y mobiliario además de prenderle fuego. ¿Una estadística más? Las agresiones contra medios e informantesno es exclusivo de una región o estado, muchos de los casos son silenciados con sangre;los más afortunados logran escapar, no hace mucho los creadores del blog Valor por Tamaulipas tuvieron prácticamente que huir del país por la falta de seguridad ante el poder de los narcotraficantes que dominan el estado y que estaban a punto de dar con ellos; ante este clima, no se puede dejar a un lado que por más que se pregone o se difundan “medidas” para proteger al informador, en los hechos los tres niveles de gobierno han carecido de un política para ofrecer garantías para medios e informantes. Considerar que los casos reflejan una estadística más es señalar la falta de voluntad por instrumentar mecanismos hacia una protección a medios y periodistas, de 1994 a la fecha suman cerca de 30 periodistas asesinados relacionados a su actividad profesional, en unos 40 casos más no se tiene definido el móvil, lo que es más grave  pues incrementa el grado de impunidad para esos crímenes, siendo Veracruz y Tamaulipas los que encabezan la lista. Tampoco se salvan quienes utilizan las redes sociales, existe un caso en el Distrito Federal en el que bloguero Renegado Legítimo difundió que con publicidad oficial la Dirección General de Mensaje y Nuevas Tecnologías del GDF favorece a “medios amigos”, en respuesta la titular de la unida interpuso una demanda. En Huajuapan de León, el colega Edwin García, de la estación XEOU La Mejor, fue agredido y despojado de sus instrumentos de trabajo por taxistas que en ese momento linchaban a un presunto ladrón que asaltó a uno de sus compañeros del volante, el colega Edwin trataba de hacer su trabajo, no obstante la turba enardecida amenazo su integridad física, desde esta columna manifestamos nuestro rechazo para la agresión para con nuestro colega de la radio, que no sea una estadística más. Autoridades municipales de Huajuapan de León encabezadas por Luis de Guadalupe Martínez Ramírez, tienen mucho que hacer al respecto y no solo favorecer a sus periódicos municipales que solo emiten alabanzas hacia su persona. 

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