miércoles, 23 de octubre de 2013

La reforma educativa en Oaxaca ¿hasta cuando?




OPINIÓN


Las otras verdades
 Eduardo Cruz Silva 


Desde cualquier perspectiva, histórica, teórica, teológica, social o psicológica; la educación se ha percibido como eje central del desarrollo humano en todas sus áreas; es el disparador de nuestros valores, filosofías, creencias y condiciones; un sistema del que salimos para enfrentar esas mismas características desde miles de perspectivas diferentes; es así, sin duda, la educación, junto a la familia una plataforma de despegue en la vida de cualquier ser humano.
  Se habla mucho del cambio educativo que se ha iniciado para México y que tiene en la Reforma Educativa, las directrices de un nuevo modelo  pero aún sabemos poco acerca de cómo operará y en qué condiciones se darán dichos cambios. Tanto en los procesos de reforma del sistema como en los de innovación institucional ha habido poca reflexión, sistematización, teorización y evaluación.

 Los empeños se han dirigido más a difundir y exponer posibles beneficios que a comprenderla en su complejidad e integralidad: procesos, actores, relaciones, dinámicas, resistencias, dilemas, contradicciones, conflictos y lecciones que arrojó su gestación y aprobación constitucional.

  Los informes y estudios que sobre la educación se han realizado en Oaxaca y el resto del país son por lo general recuentos descriptivos de logros o rezagos, en los que destacan los indicadores de bajo desempeño escolar; deficiencias en la correcta aplicación de los planes de estudio; el incumplimiento de horas-clase; ausentismo de la planta docente y otros indicadores que ubican a Oaxaca, entre los peores del país en materia educativa.

No obstante, el conocimiento disponible y la propia experiencia acumulada sugieren que el cambio educativo es mucho más complejo y más difícil de lograr que lo imaginado hasta hoy.  En entidades federativas en donde la CNTE tiene presencia y fuerza, dicho gremio sindical es casi en un dique imposible de romper. El rechazo es rotundo a cualquier reforma educativa, que les merme  privilegios y prebendas obtenidas a lo largo de su lucha político-sindical.

En este sentido el exdirector general de la UNESCO, dijo a finales de la década de los sesenta: “…es evidente que los resultados que se obtengan, tanto de las reformasescolares actuales, como de la renovación pedagógica que se inicia, dependerá mucho delpropio educador. La función docente se encuentra así en el centro mismo de los problemasplanteados hoy en el mundo entero por la expansión de la educación y la necesidad de adaptarlaa las nuevas necesidades del hombre y de la sociedad”.

 Como podemos ver, desde esos años ya se planteaba que cada país adecuara sus modelos educativos para enfrentar el futuro,  muchos atendieron el llamado y centraron sus esfuerzos por alcanzar objetivos a mediano y largo plazo. Los resultados los podemos ver hoy en el desarrollo alcanzado por  muchos países, algunos, que incluso se encontraban en una escala inferior al subdesarrollo.

 Centrándonos en Oaxaca, el cambio de paradigmas en la educación pública, topan de frente con resistencias que van mucho más allá de lo concerniente al tema educativo, la sección 22 ha pretendido desde que se anunció la posible reforma, imponer un modelo y propuesta educativa que balcaniza la educación. Su particular visión de la realidad, sobre la realidad que ve el estado y el resto de la sociedad.
   La Alianza para la Calidad Educativa de la SEP federal  en Oaxaca fue sustituida por ese mamotreto  llamado Plan para la Transformación de la Educación en Oaxaca (PTEO) y el Sistema de Evaluación Educativa de Oaxaca (SEEO). En pocas palabras la rectoría de la educación, manejo de recursos y planes de estudios fueron endosados a la Sección 22  porque el gobernador aliancista Gabino Cué Monteagudo,invadido de temor aceptó que los maestros oaxaqueños quedaran al margen de la evaluación universal.

  Desde que en mala hora, el gobierno de Heladio Ramírez López, le entregó a la Sección XXII el control casi absoluto del IEEPO sus tentáculos fueron atrapando todo y hoy solo podemos ver los mismos vicios y corrupciones que fueron el motivo de su lucha principal. La educación de Oaxaca se encuentra en manos de un grupo que tiene todas las características propias de la mafia.

La educación, que se considera el eje  central del desarrollo humano en todas sus áreas, en el caso de Oaxaca, es apenas una aspiración, un deseo, que tiene en el magisterio oaxaqueño a su peor enemigo, a la par de  gobiernos timoratos que no han sabido garantizar ese derecho.


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