OPINIÓN
Las otras verdades / Eduardo Cruz Silva
El arribo a destiempo del tibio y manipulable Juan José
Moreno Sala, a la presidencia del Comité Directivo Estatal del Partido
Revolucionario Institucional (PRI) en Oaxaca, ya no pudo frenar del todo, los
amarres desaseados que el Secretario General del mismo partido Alejandro Avilés
Álvarez, había establecido para varios distritos electorales y municipios.
La venta de garaje
que tenía de las candidaturas, recayeron muchas de ellas en personajes de
oscuros pasados y peores antecedentes, situación en vez de convertirse en
factor de unidad entre priístas ha provocado una ola de inconformidades que
tienen al borde del colapso a casi medio centenar de municipios que rechazan a
su respectivo candidato.
En todas las regiones
del estado existen casos en donde las
candidaturas a diputados locales o presidencias municipales se entregaron a
priístas que han usado la política como su modus vivendi y para beneficios muy
particulares. A ello hay que agregar, que muchos de ellos tienen una biografía
llena de trapacerías, deslealtades, desempeños mediocres en los cargos que han
ostentado, en suma, cargan tras si una cola
más larga que el Cometa Halley.
En la mixteca
oaxaqueña, casi una decena de municipios enfrentan la inconformidad de un
candidato priísta impuesto desde el centro al calor de comilitonas o
trasnochadas, lo que ha provocado serios
cuestionamientos en los militantes del Revolucionario Institucional,
pues se interpreta como nominaciones compradas o en el mejor de los casos,
entregadas a personajes que no tendrán más fin que una derrota segura, aunque
también se podría explicar como una manera disfrazada de conceder la plaza a la
coalición opositora PAN-PRD y PT.
Caso curioso es el
distrito electoral y el municipio de Juxtlahuaca, aquí el PRI nombró como
candidato a la alcaldía municipal al médico Virgilio Guzmán Feria, personaje de
bajo perfil y cuya candidatura se
considera como el pago de viejos favores
a su hermano, el empresario en
materiales de construcción Daniel Guzmán Feria.
Hasta aquí nada del
otro mundo, lo que no se tomó en cuenta es que la esposa del ahora candidato Etelvina Castelo Ortiz, anda salto de mata, después de defraudar a casi un
centenar de mujeres de la etnia Triqui por un monto que según datos ofrecidos a
la columna suman más de 7 millones de pesos y ya pesan sobre ella varias
denuncias penales. La campaña política todavía no da inicio y el pobre
candidato ya empieza a recibir leña de sus opositores sin poder meter las manos
para defenderse. Simplemente no puede.
Y si el panorama para
ganar la alcaldía municipal de Juxtlahuaca se tiño de negro, para la diputación local por el
distrito del mismo nombre, pinta peor para los priístas. La candidatura se
asignó a Arsenio Mejía García, personaje que carga sobre sus espaldas
señalamientos negativos de diversa índole, el papel que desempeño en la
presente administración municipal de
“asesor” del edil Miguel Mejía Sierra, quien es además su tío, logró lo
impensable en Juxtlahuaca; unificar a todos, pero en su contra.
El historial de Mejía
Sierra, se remonta a más de una década de asociaciones, negocios y actividad
política cobijada primero bajo el amparo de su hermano el exdiputado local José Mejía Sierra, pero ahora se desprende de su mano para
tratar de hacer su propio camino político dejando tras de si una estela de
señalamientos que van desde su asociación en la operación de negocios de giros
negros como un famoso centro nocturno que se estableció hace algunos años en el
municipio de Tlaxiaco, en sociedad con otro oscuro personaje de nombre
Francisco “ el paco” Martínez.
Se le involucra
también en el apoyo y protección que en su momento brindó al ex tesorero
municipal Enrique Bautista Gutiérrez; al regidor de desarrollo urbano, Lamberto
Avendaño Guzmán y al director de seguridad pública, Jesús Moreno Camarillo.,
quienes fueron acusados por la ex presidenta municipal interina de Santiago
Juxtlahuaca, Noelia Josefina Vera Guzmán por intento de homicidio.
También existe documentación sobre las irregularidades en que incurre una emisora radiofónica “pirata de su
propiedad, en donde además de violentar las leyes federales en la materia, se
emiten facturas alteradas que representa la comisión de otro delito. Los
documentos, grabaciones y expedientes sobre el flamante candidato son tantos
que ya serán motivo especial de otra entrega o reportaje según sea el caso. Por
ahora, con ese ropaje saldrán a la calle a ganarse la voluntad de los
electores.
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